Hemos creído oportuno dedicar en nuestra semana electoral un espacio sólo y exclusivamente a Germán Gil alias “Germanus Indignatus”. Porque se lo merece, porque hemos hablado muchas veces de él sí, de sus andanzas en redes sociales, de sus contínuos cambios de chaqueta política, de sus domingos y de sus paseos con ropa que no está hecha por niños chinos esclavizados pero con sus chirucas de 100€.
Ese es Germán, nuestro vecino, nuestro amigo virtual. En el fondo le queremos, no lo podemos negar, nos da muy buenos ratos en nuestras reuniones, sin él nuestra vida ya no tiene sentido.
Y es que parece que fue ayer cuando iba protestando en plan antisistema por las calles de Alfafar, conduciendo un descapotable, despotricando de los políticos y ridiculizando sus mítines, sus programas y sus campañas.
Hoy lo vemos haciendo todo eso en serio y nos preguntamos ¿qué ha pasado por la cabecita de nuestro ilustre vecino para pasar de odiar a los políticos a ir de partido en partido hasta convertirse en uno y luchar por un sillón? Y otra pregunta que se nos viene a la mente. Te hemos visto despotricar (antes y ahora) contra PP y PSOE.